San Sebastián Mártir análisis iconografico
Por José Omar Tinajero Morales
Las bases del cristianismo antiguo eran: Kerigma, anuncio; diaconía, servicio; koinonía, comunidad cristiana y martirius o testimonio. En esa época se daba un choque cultural entre romanos y cristianos; los primeros se apasionaban por el poder, la riqueza y el lujo, querían que el imperio se mantuviera incólume y que se siguiera con la religión politeísta: Mientras que los cristianos formaban una comunidad unida por la fe, la esperanza y la caridad.
La teología espiritual, se conforma por la ascética, dominio de sí mismo y la mística, la unión del alma con Dios. La ascética tiene sus orígenes en la filosofía estoica; mientras que la mística se desarrolló a partir de los aportes de la filosofía neoplatónica.
La ascética de san Sebastián
Como militar san Sebastián tenía que ser muy disciplinado y tener control de sus emociones, seguía las virtudes de los estoicos: coraje, sabiduría, justicia y templanza. Coraje implica saber tomar decisiones, estar consciente de lo que estaba bajo su control y lo que no para así poder vencer sus miedos y actuar. La sabiduría implicaba el hacer lo correcto y llevar un orden en la vida, dandole prioridad a las cosas divinas; la justicia es dar a cada quien lo que se merece y la templanza es tener dominio sobre si mismo, lo que requiere de autoconocimiento y meditación para que prevalezca la razón sobre lo emocional. Estas virtudes era para san Sebastián pilares en su vida y quería que los cristianos siguiendo estos ejes se mantuvieran firmes en la fe. San Sebastián sabía enfrentr la adversidad y analizaba lo que estaba en sus manos poder cambiar y lo que no. Era una época complicada que requería de una gran madurez para afrontar la vida.
La mística en san Sebastián
Para los neoplatónicos, entre los que figura Plotino (205-270), contemporáneo de san Sebastián (256-288), comenta que el alma, está a la mitad de lo corporal-material y de lo metafísico o espiritual. El filósofo debería encontrar el camino para reencontrarse con el origen que es Dios (El Uno). En ese contexto el alma es como un globo, si tiene un lastre se queda aferrado al piso, pero si le quita entonces puede flotar. El lastre simboliza todos los apegos materiales, mientras que el alma que se libera, es aquella que se va desprendiendo de lo material.
Los padres griegos plantearon que se debían seguir tres etapa para unirse con Dios: Purgativa, Iluminativa y Unitiva. Mientras que los misticos dominicos renanos, establecieron las tres D. desprendimiento, desasimiento y deificación.
Si vemos la imagen de san Sebastián Martir nos muestra esas tres etapas:
Desprendimiento-Purgativa: su desnudez, el ser humano se debe liberar de los apegos a lo material. Buscar primero el reino de Dios y su justicia y lo demás vendrá por añadidura. Ve y vende todo lo que tienes, en esta jerarquía el principal tesoro es lo divino, confianza en la Divina Providencia. Así que en primer lugar es importante seguir un orden (sabiduría).
Desasimiento-Iluminativa, san Sebastián siguió la voluntad de Dios, lo que lo iluminó para seguir ante todo a Dios. Obedecer a Dios antes que a los hombres. El seguimiento de la voluntad de Dios, lo llevó a aceptar el martirio amarrado en un árbol, que simboliza la cruz de Cristo. Toma tu cruz y sígueme, filosofía de la Cruz. Banda de diácono, que implicaba servicio, predicador (Kerigma) de los futuros mártires.
Deificación-Unitiva, la mirada de san Sebastián se enfoca hacia arriba hacia lo espiritual, hacia el cielo. Uno ama lo que mira y san Sebastián, mira hacia lo divino, porque amó a Dios sobre todas las cosas. La unidad se logra por medio de la vida contemplativa: oración, estudio, meditación, razonamiento filosófico, arte, etc. Es importante enfocar nuestra mirada como un espejo hacia arriba, la vida contemplativa alimenta nuestra alma. La mística es la búsqueda de lo sagrado.
La flechas y después las piedras símbolos de su martirio. Siguió a Cristo mártir, un carisma que une a san Sebastián en el dolor, pero también en la gloria. En la Edad Media las flechas se relacionaban con las enfermedades epidémicas, razón por la cual san Sebastián se convirtió en el patrono contra esas enfermedades. Aureola símbolo del triunfo y santidad.
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